jueves, 21 de febrero de 2008

Chalk




El otro día sentia una urgencia por gabaratear la pizarra de mi curso, por eso fui desesperada a el de al lado y tome prestada, sin permiso ni intenciones de devolución, una tiza que estaba en una caja roja sobre el escritorio.
Mi tiza me hace sentir poderosa. En cada cambio de hora, o cada vez que tengo la oportunidad me paro frente al pizarrón y escribo, dibujo, garabateo. Mi tiza es informativa. Mi tiza es poeta. Mi tiza es artista. Mi tiza es cantante. Es la culpable de que nadie se pueda sentar en el banquito del lado derecho del "palo entre parentesis".

:-)

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